No es posible acaecer bajo el momento
Ya se había targiversado tanto la realidad para que el punto de encuentro sea el mismo.
- ¿Qué puedes darme para escribir de ti?
El recuerdo de aquellos tiempos se ha marchitado con el tiempo, también la naturaleza en los inviernos que andábamos inocentes, abrazando nuestras propias manos, pues distante eran nuestras voces y ajenos los cuerpos que ocultábamos.
Alguien más, aparte de los otros, ha ursupado el lugar que solías ocupar, al menos, del mismo modo que el reflejo de lo que podías creer que eras, eso ha sido llevado a lo distante. Los zapatos que usaban los pies de jóvenes que dicen aún serán nosotros, han pasado a ser sólo pasos que hemos recorrido, un momento fraudulento.
Tú allí, siempre allá y el otro, que vive en otro espacio, no es capaz de aceptar que te conviertes en un nombre, otro más de aquellos que se escuchan en conversaciones de tiempos apartados. Porque tu sonrisa, encerrará la misma tarde misteriosa en que nos tocamos e incautos decidimos atar nuestros caminos a una guerra anticipada donde las memorias, de otros, que han luchado por nosotros, no hayan sido en vano.
Y hundes tu dedo índice dentro de tu boca en busca de algún otro saber agrio, porque las colillas se amontonan hundiendo el deseo de inspiración a través de las cenizas, te encierras en tu libertad ignorando la mesa, el papel y la tinta; incluso la misma idea de lo que tratabas de hacer, y escribes para nadie pensando que son todos los que esperan por un encuentro con la misma palabra e historia, que surgirían a través de este momento, quizás, lo mismo era para todos y no pasó, a todos, sólo sé que se desvaneció.
- ¿Habrá sido así la forma en como siempre nos tratábamos? ¿ Cómo si fuese regulado por ella, ensimismada y absurdo?
Contra el viento, aún recae la llamarada que encuentra el velo del encierro. Y ahora sólo queda fingir que todo no ha sido hallado, que la noche azul, no sólo se ha extinguido, sino que la fuga exhausta ha culminado sobre sangre corrupta en una guerra sucia. Probablemente, sea lo que más me ha molestado, vivir la vida, en un cuerpo gastado y que tiene un poco de real al momento de crear. Porque probablemente, ahora ellos lo sepan mejor que tú.
La indiscreción sucumbe al deseo y crece la esperanza de regresar, bajo el mismo agujero, a ese tiempo seguro que será creado sobre el existir de otros. Aunque, cabe la seguridad de que ya no será tan acogedor para unos como para otros y será ahí cuando el tacto nos revele cuán grande uno ha sido, si se ha marchitado la primavera, si algo esta frío, si somos nosotros y no aquellos que esperaban vivir la vida en otros.
Glorioso dilema que se escapa a uno mismo, que posee la palabra, que acopla la música hasta convertirnos en palabras, que nos encierran en un tiempo estancado, donde no hay punto de encuentro, ya que, es allí donde se espera al encierro, hasta que uno puedo crear algo real y tropezar con el que solía ser o aún más sorprendente, llegar a ser uno mismo para repetir el lapso de lo que dura la vida.
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